Entidad deportiva sin ánimo de lucro fundada en 1973. Organizadora de eventos de carácter cultural, deportivo, turístico y benéfico.
COMUNICADO FINAL
Volvió a crecer la parrilla de participantes que se situaron ante el Palacio Real
Los raiders Pérez y González exprimieron
los cronos en el sexto Raid Villa de Madrid
La sexta edición del Raid Villa de Madrid creció en participación respecto a las ediciones más recientes; ampliándose la multicolor parrilla de corredores y senderistas que se situaron ante la fachada norte del Palacio Real de Madrid, y por detrás de todas las banderas representativas de los propios participantes.
Este único raid que acontece en el mundo por caminos del centro de una gran capital se acortó en 200 metros, pero lo hizo para ofrecer una nueva línea de llegada más todoterreno. Como de costumbre se celebró con fines benéficos, en apoyo de Amaif y la FAD.
Tras los 25,770 kilómetros de carrera y el sellado de ficha de ruta en los 8 controles de paso establecidos, el madrileño José Manuel Pérez C. fue el más rápido, rebajando en 12 minutos el récord habido, al parar el crono en 1 hora, 46 minutos y 55 segundos.
Entre las damas, repitió triunfo María Isabel González G., siendo décima scratch, con 2 horas, 11 minutos y 24 segundos; invirtiendo 10 minutos menos que el año anterior.
Tanto Pérez como González recibieron los exclusivos trofeos representativos del RVM; así como los premios especiales del restaurante Oktoberfest y de Bodega Gosálbez Orti.
El podio masculino lo completaron Miguel Ángel Toribio -triunfador en 2015-, que aventajó en 10 minutos a Pedro Moreno H. y José Manuel Luis, todos ellos de Madrid.
Al podio femenino se subieron Irene Martín A., de Pozuelo de Alarcón; y Bárbara Lage (Madrid), que compartió carrera y casi tiempo con María Reyes Téllez, de Braojos de la Sierra.
Todos los integrantes de los podios, también en senderismo y trofeo turista, recibieron tarjetas regalo del Centro Comercial Príncipe Pío y vino ecológico madrileño de Bodega Gosálbez Orti.
El primer senderista fue Ana Sánchez I., que pateó los 25,770 kilómetros en 3 horas y 42 minutos; al igual que su compañera de ruta Beatriz De Castro; ambas de Madrid. Tras ellas alcanzó la meta Javier López R., de San Fernando de Henares.
Por último, en la categoría trofeo turista (senderismo sobre 20,530 km.), el veterano vallecano Andrés J. Moreno rebajó en 2 minutos su tiempo del año anterior para repetir éxito. Le acompañaron en la entrega de galardones Montserrat Soler y Francisco Javier García P., otros dos habituales de la gran zancada.
En esta edición, los participantes contaron con cinco zonas de avituallamiento dotadas de los reconocidos productos de Coca-Cola, Aquarius y Powerade; y de los afamados zumos estadounidenses Tampico; unido al detalle fin de prueba, siempre brindado por el restaurante Oktoberfest y el horno del Rincón del Café.
Tanto Coca-Cola, al principio, como Tampico, al final, ofrecieron los regalos para cada participante del VI Raid Villa de Madrid.
Además, en esta edición, se sumó a la organización Aefis Fisioterapia, que situó fisioterapeutas a mitad del recorrido y en la meta.
La organización contó con el apoyo de Opel GM España y la colaboración de AVIS en cuanto a los vehículos de prensa, dirección de raid y rescate.
OPINIONES
José Manuel Pérez C.: “No esperaba ir tan rápido en esta prueba pero me he sentido muy cómodo y como estaba fresquito el día e iba justo de ropa, pues perfecto. Lo que más me atrae es este concepto de prueba, voy viendo el mapa, voy por sitios en los que no se trata simplemente de seguir al de delante. Me ha gustado el recorrido, porque me ha sorprendido el tramo de subida más al norte; no esperaba tanto sube y baja, esperaba empezar a ir cuesta abajo, pero no me ha importado porque ibas entre jara y encina; muy bonito. Los controles y avituallamientos perfectos, la gente muy agradable, simpática. Todo fácil de encontrar, en los controles te orientaban para seguir, muy bien. Yo creo que la carrera consigue dar la imagen de Madrid, porque no se trata de atravesar por donde suele pasar todo el mundo; sino de escoger otras vías, secundarias, por así decirlo, y se disfruta”.
Miguel Ángel Toribio: “Contento, porque la verdad es que no estoy acostumbrado a hacer muchos podios. No me lo planteaba de salida. He visto que el compañero que iba delante de mi llevaba un ritmo más alegre que el mío y, desde el segundo avituallamiento, me he planteado ir a mi ritmo, tranquilo, como si fuera un entrenamiento, disfrutando del entorno. Prefería pasarlo bien, que es a lo que venimos, y estar ahí, por si le daba algún tipo de pájara o se despistaba… pero tampoco tenía ese afán competitivo como para si no ganaba, irme a casa frustrado. Por suerte o por desgracia, Madrid no tiene demasiada capacidad, cintura, para hacer este tipo de pruebas de larga distancia. La Casa de Campo es, tradicionalmente, el sitio al que viene la gente que entrena y se toma esto un poco en serio, y creo que es un paraje idílico para este tipo de prueba, porque además tiene muchos recovecos, muchos caminos; y yo, por muchas veces que intento hacer el mismo recorrido corriendo, nunca lo consigo”.
María Isabel González: “El Raid Villa de Madrid es una carrera que disfrutamos mucho. Este año hemos ido mejor, porque hemos entrenado un poquito más; sin parón en verano. Solemos hacer estas distancias, medias maratones. También nos gusta la orientación. Para mi, el raid consigue su objetivo de ofrecer una prueba de este tipo para correr y disfrutar dentro de una gran capital. Mi reto, este año, era acabarla corriendo, y mantener el tiempo del año anterior. Con un año más de edad, ya es bueno mantener los tiempos del año anterior. También ha hecho muy buena temperatura para correr una prueba larga y con el perfil de Casa de Campo”.
Marta González: “Era la prueba de mayor distancia para mi, que suelo hacer medias maratones en montaña, y me fue como esperaba. Lo fui suavizando por mis molestias en la rodilla, pero en la primera mitad iba en buenos tiempos. Ya casi al final, vino un descuido y nos saltamos un control, que encima tenía avituallamiento, pero no nos desmotivó, para nada. El RVM es muy divertido, es un cambio, una carrera muy diferente y muy bonita. Pienso que es una fórmula acertada de conocer la naturaleza de Madrid. El ambiente es muy bueno entre participantes y con la organización, con controles y avituallamientos muy bien, y de gente muy correcta. Es una carrera favorita para más años y para recomendarla”.
Información
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